viernes, 4 de diciembre de 2009

¿Un camino hacia la eficiencia de EPM?

En una entrevista reciente, el gerente de Empresas Públicas de Medellín afirma que EPM debería comprar a ISAGEN, ya que se consolidaría la integración estratégica y comercial que tornaría más eficiente la operación de la cadena hídrica del oriente de Antioquia, Nare-Guatapé. Adicionalmente, afirma que tal integración permitiría menores costos que se tendrían que reflejar en las tarifas.

El asunto se torna controvertido cuando dicha adquisición lleva a EPM a rebasar ampliamente el 25% de participación en el mercado que le permite la ley, alcanzando una posición cercana al 40%. Más aun, cuando se afirma que dicha venta está inspirada en la necesidad del Gobierno Nacional de vender el 57% de la empresa, para recibir en los primeros meses del 2010, recursos por tres billones de pesos. Al ser EPM una empresa pública, la venta no tendría que pasar por un proceso licitatorio que le signifique al Gobierno Nacional demoras adicionales.

No es la primera vez que el Gobierno Nacional ha querido vender a ISAGEN. De hecho, cuando el Gobierno de Andrés Pastrana lo estuvo licitando, EPM bloqueó el proceso presentando un fallo que la Corte Constitucional hiciera en su favor, ante una tutela que reclamaba la violación de derechos constitucionales en dicho proceso. EPM, en cabeza de Ramiro Valencia Cossio, se comprometería a firmar una carta en la que expresaba que la empresa no estaría siendo mancillada en sus derechos constitucionales, pero a cambio le pedía al Gobierno Nacional derogar la resolución 042 de la Creg que le prohibía adquirir la mayoría de ISAGEN. Ante la negativa del gobierno, el proceso quedaría congelado indefinidamente.

Mientras se espera si el Gobierno Nacional propugnará un cambio de legislación, lo que sí es cierto, es que la integración vertical no necesariamente se traduce en eficiencia y bajas tarifas. Fácilmente se puede incurrir en una condición monopólica. Los que sueñan con un EPM hegemónico, y creen que esto es lo que le haría bien a la empresa y a la región, no han considerado en lo que se convierten los monopolios. Estos suelen ser ineficientes, sin calidad, sin innovación, desangran a sus proveedores, y los clientes están descontentos. Por eso es que en los países desarrollados se les combate. Pero además, al ser este un monopolio público, la pugna política por el control de tal mostro aceitaría la voracidad y la tenacidad cualquier clase de maquinaria política. Una situación que cada vez es más palpable en las campañas por la Alcaldía de Medellín.

La real supervivencia de la empresa, y el beneficio para la región y el país, depende de que esta siga estando en un escenario de competencia, en donde la empresa se consolide a través de la innovación y la contratación de personal capacitado, y no a través de atajos regulatorios.

viernes, 30 de octubre de 2009

Madres jóvenes

En el libro Freakonomics, se recoge un interesante debate sobre cuál podría haber sido la causa del rápido descenso de los principales indicadores de violencia en los Estados Unidos, a partir del año 1990. La caída vertiginosa ha suscitado una serie de estudios, los cuales no parecen llegar a algún consenso. Algunos autores sugieren que fue el incremento del número de policías y los tiempos de confinamiento. Otros, la implementación de novedosas estrategias policivas, como lo fuera la Teoría de las ventanas rotas. En el libro, se argumenta que el aumento de policías sólo explicaría alrededor de un 10% de la disminución de crímenes, y el de prisioneros cerca de una tercera parte, ¿Qué hay del 60% restante?

La respuesta es tan inesperada como controvertida: La legalización del aborto. Los autores muestran que en los primeros estados en legalizarlo, se presentó este patrón de descenso 20 años después. Es decir, el tiempo aproximado en que la cohorte de niños nacidos en 1970, llega a las calles como adolescentes problemáticos. Los estados que lo harían a partir de la sentencia de la Suprema Corte del 22 de enero de 1973, presentaron el mismo comportamiento en circunstancias semejantes a las de la cohorte del 70.

Las madres que desean abortar, son en su mayoría adolescentes que no tienen las condiciones adecuadas para educar responsablemente a sus hijos. La legalización del aborto, permitiría que desde el mismo vientre, se terminara la gestación de posibles futuros criminales. Ahora, el libro no plantea una justificación o apología al aborto. Lo que pretende es la explicación de un fenomeno social, y afortunada o infortunadamente, es el aborto el hecho que más contundente permite hacerlo.

En el 2008, se registraron cerca de 16.400 homicidios y 1.5 millones de abortos en E.U. En 1973 fueron 18.880 homicidios y 750.000 abortos. Es decir, si la teoría es cierta, un aumento en 750 mil abortos entre 1973 y 2008, ha implicado una disminución en homicidios en el mismo lapso de 2.480. Tal y como lo manifiestan los autores, el aborto como estrategia es sumamente ineficiente, pues por cada aborto se evitaría 0,0033 homicidios. Pero además, para algunas personas un feto aun no es un ser viviente. Para los que creemos que lo es, el caso despierta más problemas de conciencia. Es un cambio de muertes silenciosas, discretas y asépticas, por muertes que generan noticia y conmoción, en una relación de 303 fetos, por persona no asesinada.

La educación de las jóvenes madres ha probado ser una excelente estrategia para evitar que estas terminen con la vida de sus hijos en su vientre, o los vean morir años después como consecuencia de una vida sin oportunidades. En Medellín, las tasas de fecundidad más altas de madres adolescentes se dan en las comunas del Popular, Villa Hermosa, Santacruz, Aranjuez y Manrique. Las más altas tasas de homicidio en: Aranjuez, La Candelaria, Manrique, Villa Hermoza, Castilla y Belén. ¿Alguna relación?

domingo, 21 de junio de 2009

¿El futuro, o pasado y presente del crimen organizado en Colombia?

En una entrada reciente de este blog, publiqué un video del profesor Francisco Thoumi en el cual hacía una reflexión sobre el posible futuro del crimen organizado en Colombia. En sus palabras, "el crimen organizado no terminaría con la legalización de las drogas". Y hace más o menos un mes, leí una noticia que dolorosamente parecería confirmar esta predicción.

La noticia Doce detenidos en la Mayorista y La Raya, anuncia el desmantelamiento de dos estructuras criminales. Textualmente se decía que "...Alirio de Jesús Rendón, conocido como "El Cebollero", creó un grupo criminal denominado "Convivires" y un escuadrón de vigilancia privada apoyados por los integrantes de estas banda, para el dominio del comercio de la cebolla" ¡De la cebolla! Sí, de la cebolla. No del mercado de la cocaína, la marihuana, el éxtasis, la prostitución, el alcohol adulterado, las esmeraldas, las apuestas y cualquier cosa que el crimen organizado suele tratar de monopolizar. En este caso es la inocente cebolla la que trata de ser convertida en botín criminal.

Pero además, no se debe creer que por estar tratando de monopolizar un vegetal, la acción va a ser menos cruenta, o digamos ambiental. Según las investigaciones, hay pruebas de torturas, asesinatos y desapariciones, todo al mejor estilo narco. Y como siempre, este tipo de organizaciones logran la aceptación o resignación social, debido al "servicio" de protección que venden u obligan a comprar. Después de todo, la única preocupación de un empresario según la noticia, fue que "Llevo tres años en la Plaza Mayorista y no he visto el primer atracador. Me pone a pensar un poco que eso se pueda ver alterado". Luego, no le importó que esta seguridad fuera adquirida con el desplazamiento de 100 empresarios que tenían todo el derecho de trabajar tanto como él. Yo me pregunto ¿cuánto del desempleo en el país se debe a situaciones como esta?, donde básicamente la gente no puede trabajar en lo que sabe, pues la libre competencia es perjudicial para los intereses de unos pocos poderozos.

En síntesis es un hecho preocupante, pues si por cada producto de la canasta familiar vamos a tener un cartel, la situación para la sociedad va a estar muy complicada. El modelo mafioso se ha aprendido muy bien, y parece que nuestra sociedad es todavía muy vulnerable a la aceptación y convivencia con este tipo de organizaciones. Casi siempre detrás de un bien, o un servicio que puede ser explotado, hay un grupo que pretende monopolizarlo a cualquier precio. Por eso no se si es el futuro, o el presente y pasado del crimen organizado en Colombia, tanto tiempo cubierto detrás del tifón del narcotráfico.

lunes, 8 de junio de 2009

La magia del pleno empleo


Hace unos cuatro meses el tema de la recesión en Estados Unidos estaba al rojo vivo, y el columnista norteamericano Ted Landphair escribío algo que me pareció revelador. En sus palabras afirmaba que unos pocos años atrás en E.U., un profesional capacitado tenía prácticamente asegurado su futuro, al igual que un trabajador con experiencia. Podían darse el lujo de descartar malas ofertas de trabajo, y enviar hojas de vida en el caso más extremo, sin preocuparse mucho por recibir respuesta.

Adicionalmente, en un ambiente de demanda de empleo, las empresas motivarían a su personal buscando el mejor clima organizacional, competitivos salarios, y un sentimiento de lealtad y familia. Los viejos competirían con los jóvenes, y todo el que pudiera hacer el trabajo requerido sería bienvenido, sin distingos de raza, género, edad o religión. Como lo muestro en la gráfica, el hecho de que en 1948 casi la mitad de la población trabajadora en E.U. fuera mayor de 65 años, y aun ahora esté cercana al 20%, es un escenario completamente sorprendente. Nada que ver con nuestra realidad colombiana, en la que muchos trabajadores sin importar su experiencia, son considerados viejos y obsoletos si sus edades superan los 35 años.

Landphair puntualiza que con el clima recesivo de E.U., ahora las cosas estarían en manos de las empresas, las cuales aprovechan la coyuntura empleando exclusivamente los más jóvenes y capacitados por muy bajos salarios, en ambientes laborales hostiles. En otras palabras, tal situación es una de los efectos indeseados de la recesión, del cual la opinión pública y la presión electoral desean salir rápidamente.

Yo inferí, que si fuera sólo por este hecho, prácticamente yo he vivido toda mi vida en un país en recesión, o al menos en una situación donde las empresas siempre han tenido el sartén por el mango, y no siempre obrando de buena fe. Las pocas y buenas ofertas son escasas, y por lo mismo sujetas a ser cooptadas por el tráfico de influencias, el uso de la información privilegiada y el pago de favores. Paradójicamente, este tipo de competencia no conduce a que lleguen los más capacitados, sino los más bien conectados. El sistema se alimenta a sí mismo, pues de malos empleados no pueden surgir empresas innovadoras, exitosas y empleadoras. Mucho menos, una economía boyante.

El pleno empleo se presenta cuando la tasa de desempleo está entre el 4 y el 6.4%. Lo más cerca que estuvimos en Colombia fue durante 1994-1995, con un valor cercano al 7%. En el 2000 llegamos al 22%, y ahora rozamos el 12%, con una tendencia que parece creciente. El tema del empleo no ha tenido la popularidad que ha tenido el de la seguridad, y sin embargo, diría yo que le sigue en importancia. Confieso que no había pensado mucho en el tema hasta leer a Landphair, y ver el equivalente a personas como mi mamá y mi tía (que bordean los 60), manejando buses y siendo azafatas en los E.U. Algo que en principio me costó creer. En otras palabras, siendo útiles, sirviendo a otros y con una mejor expectativa de vida. Bastante lejos del fin del coronel, que se murió esperando una pensión que nunca llegó.

martes, 14 de abril de 2009

La droga es el síntoma

Optando por cambiar un poco el estilo de este blog, hoy quisiera compartir con ustedes dos videos valiosos del profesor Francisco Thoumi, en los cuales se reflexiona sobre el tema de la legalización de la droga. Sólo les tomará 12 minutos y la verdad valen la pena.

El profesor Thoumi es uno de los académicos colombianos que más admiro, y su trabajo es fundamental para conocer de una manera profunda todas las implicaciones que tiene la droga en nuestra sociedad, y por qué la legalización es una cuestión que debe tratarse con pinzas, lejos de los atajos mentales y la inculpación a terceros.

Ojalá puedan ver ambos y compartan sus opiniones. A continuación el primero:


El segundo:

martes, 24 de marzo de 2009

Pobrecita la marihuana y los marihuaneros



Por alguna razón la marihuana y los marihuaneros tienen una extraña leyenda negra. No sé si será debido a la imagen que se tiene del famoso cantante de reggae, Bob Marley. Para muchos, el prototipo del marihuanero perdido. Para otros, el ícono de una era que se atrevía a ostetar entre adormilado y desafiante, un artesanal puro de marihuana, mientras los casi 100 piojos de su rasta se trababan tanto como él, al son de "it is love - it is love- it is love tha im feeling?" Otra razón, puede ser el impacto de la contracultura hippie y sus invitaciones al amor libre, la vida comunitaria, el pelo largo en todas partes del cuerpo, y el no baño. Claramente, un desafío al status quo del momento. La marihuana sería vista como la primera comunión a una vida de ácidos, adicción e intercambios de jeringas.

Pero como digo, esto parece ser más el fruto de una leyenda negra y una satanización frente a lo desconocido, que un evento real. La gráfica que presento como introducción, ilustra la comparación de 6 sustancias que generan adicción, y se les evalúa con respecto a 5 criterios. Dependence, mide la dificultad del adicto para evitar el consumo usual. Withdrawal, mide la mágnitud del sídrome de abstinencia al dejar el consumo. Tolerance, mide la asimilación del organismo, a tal punto de necesitar consumir más, para lograr el mismo efecto. Reinforcement, mide el grado en el que un consumidor necesita asíduamente la sustancia. E Intoxication, el grado de daño que la sustancia en sí misma causa en el organismo.

A todas luces según el estudio, la marihuana es menos dañina que el alcohol y la nicotina, dos sustancias socialmente aceptadas. Sin embargo, el estigma sobre la marihuana y los marihuaneros es capaz de transtocar nuestra percepción, a tal punto de que al pobre Bob Marley le crearan el chisme de albergar los famosos 100 piojos en su cabeza. Bob marley no tuvo piojos. Es más, murio calvo, a causa de las irradiaciones que le hicieran por un cáncer. No en los pulmones por fumar marihuana, sino en la piel, por tomar el sol de las playas de Jamaica.

Otro sanbenito que se le endilga a la marihuana, es el de ser la droga de entrada a las drogas pesadas. Esta teoría se conoce en el mundo como gateway theory (teoría de la puerta de entrada), la cual también ha resultado ser falsa. O cierta, en la misma proporción en que se tendría que prohibir el cigarrillo para que la gente no consumiera marihuana, y aspirar flores, para que la gente no siguiera con la cocaína. Que es adictiva, sin duda. Que es dañina, absolutamente. Que es mejor no probarla, totalmente de acuerdo. Pero que es peor que lo que legalmente y socialmente toleramos, ni riesgos. Ahí hay una falsa percepción que ha generado todo un mundo criminal que se beneficia de eso. 

jueves, 12 de marzo de 2009

Persuasión, hechos y la penalización de la droga

Está de moda el tema de la despenalización de la dosis mínima en Colombia. Los que eran reacios a ella como el ex presidente Gaviria, la defienden. Los que la defendían, como el periódico El Colombiano, la atacan. Y los que siempre han sido contradictores, como el presidente Uribe, se endurecen más. Todos emplean frases persuasivas a las que uno por segundos, quizás minutos, les da crédito. Sin embargo, es precisamente por esto, que uno alcanza una especie de punto medio matemático, en el cual se está tan convencido como incrédulo.

Sin estarlo buscando, llegó a mis manos un interesante informe que evalúa los resultados de la despenalización del cosumo de drogas en Portugal, ocurrido en 2001. Este país estaba viviendo un problema muy serio de adicción a la heroína, con el aumento respectivo en casos de VIH+ y hepatitis, por el intercambio de jeringas entre adictos. La política implementada fue la despenalización del consumo y porte de drogas para uso personal, y la creación de una Comisión para la Disuasión de la Adicción. El resultado es relativo, evidenciando una ves más lo nocivo que resulta ser dogmático tanto en el apoyo como en la condena. Juzguen ustedes mismos.

A 2005: Disminuyen los casos de abuso por heroína, y aumenta los de marihuana. La cocaína permanece estable. Aumenta el número de incautaciones, pues las autoridades se enfocan en operaciones a gran escala, y no en perseguir a consumidores y pequeños traficantes. Disminuyen las muertes por sobredósis de opiáceos. Se reduce en un 17% los casos de VIH+, lo mismo que los de hepatitis B y C. Los crímenes relacionados con el narcotráfico bajan en un 9%. Crece el número de capturas por tráfico mayorista. Finalmente, la proporción de presos por narcotráfico en las cárceles lusitanas pasó de ser el 44% en 1991, al 25%. Como complemento,  los autores señanal un aspecto negativo, y es el que parte de la población interpretó la política como una invitación al consumo de drogas, lo cual podría explicar el aumento en el consumo de marihuana. Esto constituye el lunar de la política. Un lunar que para muchos puede ser sexy si está en el lugar apropiado. Para otros un terrible melanoma peludo que hay que extirpar de raíz. 

La disminución en los casos de heroína, VIH+, hepatitis B y C, más los crímenes conexos al narcotráfico es una gran noticia. Faltaría un estudio completo para tratar de entender qué pasó allí y cómo fue que prohibiendo menos,  la gente terminara consumiera menos. En todo caso, es Portugal y no sabemos si es pertinente lo mismo para Colombia. Lo que sí es más útil , es el centrar el debate en los casos reales y la experiencia pasada.

martes, 24 de febrero de 2009

Percepción versus Realidad: ¿Es Antioquia segura?

Muchos cuestionamientos me suscitó la noticia del periódico El Colombiano el pasado 21 de febrero, sobre un estudio que mide la percepción de violencia en el departamento. Según la noticia, se encontró que los antioqueños nos sentimos un 31% más seguros en nuestros municipos, a tal punto de confiar en las instituciones y denunciar los hechos punibles.

Esta nota, que triunfalmente anuncia un escenario esperanzador, contrasta con otra publicada por el mismo periódico casi dos meses atrás, en un panorama completamente distinto. Según el artículo, en la región del bajo Cauca antioqueño ha habido un incremento en las muertes violentas en un 79% por la disputa territorial entre alias "Don Mario", y alias "Sebastián" (ironías las de la vida). La cantidad de homicidios fue de 191 en el 2008, y eleva la tasa a un 73,72 por cada 100 mil habitantes en la zona, contrastando radicalmente con un 34,44 en el resto del departamento. Los casos más dramáticos se presentaron en los municipios de Caucasia, El Bagre y Zaragoza, cuyas tasas de homicidio se elevaron en un 150%. 


Lo más interesante es que el estudio que mide la percepción de violencia, se realizó en el mismo año en el que las muertes violentas no sólo aumentaron en la región del bajo Cauca antioqueño, sino en la misma ciudad de Medellín en un 15%. Por lo tanto, es extraño que la encuesta no sólo señale una percepción positiva, sino que además afirme que mejora con respecto a años anteriores.

Si bien se está hablando de percepción, lo cual admite todo tipo de subjetividades, no entendería por qué lo que sucede en una noticia no tiene consecuencias en la otra, a menos, que la metodología de medición no hubiera sido la apropiada. La ficha técnica afirma se que encuestó a 6.350 personas en 125 municipios, de manera aleatoria y con un margen de confiabiliad del 95%. Lo que corresponde más o menos a 50 personas encuestadas por municipio. Si los encuestados de los tres municipios que más han sufrido (Caucasia, El Bagre y Zaragoza) dijeron que se sentían más inseguros, su respuesta tan sólo tendría un peso del 2% en el resultado final.

En otras palabras, es como tener un cáncer de próstata que aun no ha hecho metástasis y afirmar que el cuerpo en términos generales está bien, porque cerebro, pulmones y todo lo demás se encuentran aun sanos. Aunque no desconozco el alivio que en términos de seguridad tienen ciertas regiones, considero que hay ciertas mediciones que no deben promediarse, pues se corre el riesgo de enmascar situaciones que son potencialmente peligrosas. Más aun si se trata de un enemigo como es el narcotráfico. 

En términos de seguridad todavía nos falta mucho trecho por recorrer, sobre todo si sabemos que el promedio de muertes violentas en los países desarrollados es de 5 homicidios por cada 100 mil habitantes. En todo caso, avanzaremos más pronto si en vez de cubrir, encaramos el problema.



martes, 10 de febrero de 2009

¿Cuál es la probabilidad de éxito de las FARC?

La edición de invierno de la revista RAND, hizo alusión a una interesante monografía. Es una aproximación cuantitativa al posible destino de los grupos terroristas una vez se alzan en armas. Los autores hacen una extensa recopilación de la historia de 648 grupos terroristas  entre 1968 y el 2006. El estudio pretende sentar un precedente para que las agencias norteamericanas afinen su estrategia contra Al Qa´ida. Los hallazgos son sorprendentes, y presentan una realidad que aunque poco creíble para quienes se alzan en armas, es alentadora para quienes caminan y abogan por los caminos de la paz como herramienta política.

Según la evidencia encontrada, estos grupos llegan principalmente a su fin por las siguientes causas: (1) Se adhieren a un proceso político, y (2) son sometidos por las agencias del estado. Sin embargo, según el informe, los resultados militares constituyen en muy exepcionales casos la primera causa de desmovilización de un grupo terrorista. Pero a pesar de esto, son también exepcionales los casos en que un grupo terrorista logra conquistar el poder.

Cuantitativamente, se tiene que de los 648 grupos, un 43% finalizan como parte de un proceso de negociación política. Mientras más ambiciosas sean las exigencias, más largo resultará el enfrentamiento. No obstante, más fácilmente podrían lograr el poder si no emprenden acciones violentas. Frente a grupos que no desean negociar, la mejor estrategia ha resultado ser combatirlos (40%). En un 7% de los casos, los grupos terroristas fueron totalmente abatidos por el estado, y en un 10%, conquistaron el poder.

Otros análisis sugieren que es más resistente un grupo terrorista religioso. Y mientras más pobre sea la nación en disputa, es más probable que el grupo sea fiel a una creencia. Pese a esto, ningún grupo de este tipo ha alcanzado el poder desde 1968. En cuanto al tamaño,  un grupo con más de 10 mil combatientes, tiene un 25% más de probabilidad de lograr el poder, que un grupo de mil. Se ha encontrado que mientras más grande el grupo, más largo el conflicto.

Cuando un grupo terrorista se ve envuelto en la insurgencia, tiene un 50% de ser adherido a un proceso político, y un 19% de ser sometido por el estado. En un 25% de los casos logran conquistar el poder.

Finalmente, y suponiendo que las probabilidades históricas predigan el posible futuro de las FARC, sólo tendrían un 10% de probabilidad de conquistar el poder si se dedican al terrorismo. Podrían aumentar su probabilidad de éxito a un 25% si tienden más a la estrategia subversiva. La otra cara de la moneda es que tienen una probabilidad de pérdida de un 90% en un caso, y en un 75% en otro. La opción armada a pesar de lo que se pueda pensar, ha resultado ser una de los peores caminos para optar por el poder en los últimos 40 años. De otro lado, sería interesante encontrar la probabilidad de éxito de los movimeintos que nunca empuñaron un arma. 

viernes, 16 de enero de 2009

Los incentivos de los falsos positivos

"Para tener 5 días libres, militares mataron a un campesino de 19 años". 

"Soldado confesó que hicieron una 'vaca' para comprar la escopeta que le pusieron entre las manos, lo pararon en un puente y le dispararon".

"Cuando apareció el muerto junto con la escopeta, la versión oficial del Ejército fue que era un subversivo que trataba de volar un puente en El Peñol (Antioquia) que murió en enfrentamiento con las tropas regulares."

"La familia del campesino asesinado denunció el hecho y logró que la justicia civil condenara a un suboficial y tres soldados que, para ganarse el premio que el Ejército les ofrece a quienes maten guerrilleros, armaron con frialdad el falso positivo." 

Esta historia, publicada en una columna del periódico Portafolio y titulada ¿Viva la muerte?, relata los últimos momentos de un anónimo campesino, y el destino final de cuatro militares asesinos. En otras palabras, otro evento macabro. Un ejemplo más de la indolencia de unos colombianos por el dolor causado a otros.

Pero ¿cuáles podrían ser las causas de tales actos? Si bien a la indolencia entre colombianos yo le atribuiría una primera y principal causa, no se pueden desconocer otro tipo de motivaciones perversamente suscitadas por una política de incentivos mal diseñada. Caso concreto: el tiempo de trabajo y descanso del soldado, y lo que el ejército le exige como un positivo.

Que un descanso de 5 días sea el premio a un positivo, y que un grupo de personas mate por este premio, es un hecho impensable para una persona que labora 48 horas a la semana en un ambiente normal de oficina. La gente en las oficinas delinque para adquirir la vida que cree merecerse. Casi nunca para lograr un descanso. Pero una persona que está meses en la selva, al sol y al agua, día y noche, y bajo la incertidumbre de la propia vida detrás de cada arbusto, el descanso constituye 5 días de vida sin pensar en la muerte. 5 días de la tranquilidad que la mayoría de nosotros gozamos 365 días al año.

Entonces la pregunta es ¿descansan lo suficiente los soldados, o se les lleva hasta el punto en que tengan que matar por este derecho? No sé cual sea la respuesta, y a lo mejor no es apropiada mi pregunta, pero si sé que un porcentaje grande de personas ante el dilema de escoger entre la vida propia y la ajena, más aun la vida de un desconocido, no dudan en salvarse así mismos.

Ahora, que un cadáver sea un positivo, es también un incentivo peligroso además de defectuoso. Un cadáver no puede desmentir una acusación ni brindar información útil fuera de su autopsia. Por esto, considero que es mejor ofrecer incentivos por capturas y por decomisos de armas. Y si tuviera que escoger entre las dos, preferiría el decomiso de armas, pues son las armas las que hacen la distinción entre un simple parroquiano, y un hombre involucrado en un combate, entre un grupo de caminantes y un ejército.

Mientras más y mejores armas sean decomisadas, mejores deberían ser los premios para los soldados. Soy conciente que esta medida puede reforzar un mercado ilegal de armas, sin embargo serían armas que de cualquier manera estarían quedando fuera del alcance de los violentos. Es mejor que la compren unos soldados de su propio bolsillo para ganar un descanso, que unos violentos para lograr cualquier fin.