viernes, 30 de octubre de 2009

Madres jóvenes

En el libro Freakonomics, se recoge un interesante debate sobre cuál podría haber sido la causa del rápido descenso de los principales indicadores de violencia en los Estados Unidos, a partir del año 1990. La caída vertiginosa ha suscitado una serie de estudios, los cuales no parecen llegar a algún consenso. Algunos autores sugieren que fue el incremento del número de policías y los tiempos de confinamiento. Otros, la implementación de novedosas estrategias policivas, como lo fuera la Teoría de las ventanas rotas. En el libro, se argumenta que el aumento de policías sólo explicaría alrededor de un 10% de la disminución de crímenes, y el de prisioneros cerca de una tercera parte, ¿Qué hay del 60% restante?

La respuesta es tan inesperada como controvertida: La legalización del aborto. Los autores muestran que en los primeros estados en legalizarlo, se presentó este patrón de descenso 20 años después. Es decir, el tiempo aproximado en que la cohorte de niños nacidos en 1970, llega a las calles como adolescentes problemáticos. Los estados que lo harían a partir de la sentencia de la Suprema Corte del 22 de enero de 1973, presentaron el mismo comportamiento en circunstancias semejantes a las de la cohorte del 70.

Las madres que desean abortar, son en su mayoría adolescentes que no tienen las condiciones adecuadas para educar responsablemente a sus hijos. La legalización del aborto, permitiría que desde el mismo vientre, se terminara la gestación de posibles futuros criminales. Ahora, el libro no plantea una justificación o apología al aborto. Lo que pretende es la explicación de un fenomeno social, y afortunada o infortunadamente, es el aborto el hecho que más contundente permite hacerlo.

En el 2008, se registraron cerca de 16.400 homicidios y 1.5 millones de abortos en E.U. En 1973 fueron 18.880 homicidios y 750.000 abortos. Es decir, si la teoría es cierta, un aumento en 750 mil abortos entre 1973 y 2008, ha implicado una disminución en homicidios en el mismo lapso de 2.480. Tal y como lo manifiestan los autores, el aborto como estrategia es sumamente ineficiente, pues por cada aborto se evitaría 0,0033 homicidios. Pero además, para algunas personas un feto aun no es un ser viviente. Para los que creemos que lo es, el caso despierta más problemas de conciencia. Es un cambio de muertes silenciosas, discretas y asépticas, por muertes que generan noticia y conmoción, en una relación de 303 fetos, por persona no asesinada.

La educación de las jóvenes madres ha probado ser una excelente estrategia para evitar que estas terminen con la vida de sus hijos en su vientre, o los vean morir años después como consecuencia de una vida sin oportunidades. En Medellín, las tasas de fecundidad más altas de madres adolescentes se dan en las comunas del Popular, Villa Hermosa, Santacruz, Aranjuez y Manrique. Las más altas tasas de homicidio en: Aranjuez, La Candelaria, Manrique, Villa Hermoza, Castilla y Belén. ¿Alguna relación?