viernes, 13 de enero de 2012

Lo que no ha aprendido el crimen organizado en Latinoamérica

Gianluca Fiorentini y Sam Peltzman publicaron en 1995 un libro cuyo título es The economics of ogranized crime, en él se describen los orígenes del crimen organizado, modos de operación, organización interna y formas de combatirlo. Aunque el estudio se fundamenta en la mafia italiana, es sorprendente su similitud con el crimen organizado que se aprecia en este lado del Atlántico. Todo el contenido es digno de mencionar, sin embargo un aspecto que me pareció fascinante es el hecho de que las organizaciones criminales, todas sin excepción, requieren de dos cualidades que son tan necesarias como mutuamente excluyentes: el ser temido y el ser invisible. Las que logran este equilibrio entre la invisibilidad y la crueldad son exitosas, las que no, son abatidas sin misericordia por el estado o por sus rivales.

La motivación para traer este asunto a colación fue el famoso paro armado que la banda criminal de Los Urabeños, reducto de los paramilitares Colombianos, decretó en en los departamentos (estados) del Chocó, Antioquia, Córdoba, Sucre, Magdalena, algunas partes de Bolívar y la región de Urabá, en protesta por el abatimiento de su máximo líder, Juan Úsuga David alias "Giovanny", cuya muerte en combate fue revelada por la Policía el 1 de enero. La intención era protestar y dejarle en claro a la autoridad quién manda en toda esa región. Craso error.

Crimen organizado existe en casi todo el mundo, países como Italia, Francia, Alemania, Austria y Reino Unido, sin uno creerlo, también albergan crimen organizado. Igualmente en China con las triadas, y en Japón con la Yakuza. Siendo común en todo el mundo ¿por qué no tiene tanta publicidad como en Latinoamérica? La respuesta yace en el ser temido y el ser invisible. Mientras que en el ser temido el crimen organizado en Latinoamérica lo hace tan bien, o aun mejor, que sus colegas en otras latitudes, con respecto a la invisibilidad, están tan subdesarrollados como los países a los que pertenecen. Mientras que un homicidio en Europa se trata de hacer discreto y se desaparece el cuerpo, en Latinoamérica se cuelgan los cadáveres de los puentes y se esparcen sus cabezas en los parques y andenes. Mientras que nosotros raramente oímos hablar del crimen organizado alemán, en Colombia a 300 pistoleros se les ocurre desafiar a un Estado que ha vencido a tres poderosos carteles de la droga, tres grupos guerrilleros y casi todo un movimiento paramilitar. ¿Puede alguien ser más pretencioso?

Al 7 de enero del presente año ya se habían capturado 41 miembros de esta organización, y se ofrece una recompensa de 4 mil millones de dólares por información que conduzca a la captura de los jefes Urabeños. El velo de invisibilidad fue descubierto, y aunque muy probablemente es cierto que ellos mandan en esa región abandonada por el estado, todos los ojos están puestos allí hasta que el Estado los extermine y eventualmente se quede, o la abandone de nuevo a la espera de un nuevo grupo que sea más cruel que discreto.

1 comentario:

  1. Hola Sebas!!!
    La invisibilidad ayuda a la supervivencia de largo plazo porque no los convierte en objetivos de la política criminal; pero la visibilidad rinde frutos en el corto plazo porque incrementa la capacidad de intimidación.
    .... y "como no nacimos pa' semilla"...
    La idea no es derrotar al Estado sino "disfrutar la fiesta" mientras se pueda.
    Un abrazo!!!!
    Gabriel

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