viernes, 16 de enero de 2009

Los incentivos de los falsos positivos

"Para tener 5 días libres, militares mataron a un campesino de 19 años". 

"Soldado confesó que hicieron una 'vaca' para comprar la escopeta que le pusieron entre las manos, lo pararon en un puente y le dispararon".

"Cuando apareció el muerto junto con la escopeta, la versión oficial del Ejército fue que era un subversivo que trataba de volar un puente en El Peñol (Antioquia) que murió en enfrentamiento con las tropas regulares."

"La familia del campesino asesinado denunció el hecho y logró que la justicia civil condenara a un suboficial y tres soldados que, para ganarse el premio que el Ejército les ofrece a quienes maten guerrilleros, armaron con frialdad el falso positivo." 

Esta historia, publicada en una columna del periódico Portafolio y titulada ¿Viva la muerte?, relata los últimos momentos de un anónimo campesino, y el destino final de cuatro militares asesinos. En otras palabras, otro evento macabro. Un ejemplo más de la indolencia de unos colombianos por el dolor causado a otros.

Pero ¿cuáles podrían ser las causas de tales actos? Si bien a la indolencia entre colombianos yo le atribuiría una primera y principal causa, no se pueden desconocer otro tipo de motivaciones perversamente suscitadas por una política de incentivos mal diseñada. Caso concreto: el tiempo de trabajo y descanso del soldado, y lo que el ejército le exige como un positivo.

Que un descanso de 5 días sea el premio a un positivo, y que un grupo de personas mate por este premio, es un hecho impensable para una persona que labora 48 horas a la semana en un ambiente normal de oficina. La gente en las oficinas delinque para adquirir la vida que cree merecerse. Casi nunca para lograr un descanso. Pero una persona que está meses en la selva, al sol y al agua, día y noche, y bajo la incertidumbre de la propia vida detrás de cada arbusto, el descanso constituye 5 días de vida sin pensar en la muerte. 5 días de la tranquilidad que la mayoría de nosotros gozamos 365 días al año.

Entonces la pregunta es ¿descansan lo suficiente los soldados, o se les lleva hasta el punto en que tengan que matar por este derecho? No sé cual sea la respuesta, y a lo mejor no es apropiada mi pregunta, pero si sé que un porcentaje grande de personas ante el dilema de escoger entre la vida propia y la ajena, más aun la vida de un desconocido, no dudan en salvarse así mismos.

Ahora, que un cadáver sea un positivo, es también un incentivo peligroso además de defectuoso. Un cadáver no puede desmentir una acusación ni brindar información útil fuera de su autopsia. Por esto, considero que es mejor ofrecer incentivos por capturas y por decomisos de armas. Y si tuviera que escoger entre las dos, preferiría el decomiso de armas, pues son las armas las que hacen la distinción entre un simple parroquiano, y un hombre involucrado en un combate, entre un grupo de caminantes y un ejército.

Mientras más y mejores armas sean decomisadas, mejores deberían ser los premios para los soldados. Soy conciente que esta medida puede reforzar un mercado ilegal de armas, sin embargo serían armas que de cualquier manera estarían quedando fuera del alcance de los violentos. Es mejor que la compren unos soldados de su propio bolsillo para ganar un descanso, que unos violentos para lograr cualquier fin.

3 comentarios:

  1. Gracias por hablar de esto con altura, cosa que desafortunadamente no ha pasado con otros “copartidarios” suyos, que no aceptan la crítica.

    Si alguien piensa realmente “la vida es sagrada” y tengo que luchar porque en este país se respete, ¿ante los falsos positivos que se debe hacer?

    Primero, pensar las causas por las cuales han pasado, analizarlas y sacar conclusiones.

    Segundo, proponer soluciones. Por ejemplo: “Sr Presidente, o Sr Comandante de las fuerzas militares: unos cuantos miembros de la fuerza pública están actuando delictivamente; vea; por qué no hacemos unos seminarios de Derechos Humanos, veamos qué está fallando, etc”. Propuestas!

    Pero lo que no estoy de acuerdo es organizar circos mediáticos con familiares de muertos, protestas y manifestaciones donde se generalizan conceptos: “militares corruptos, gobierno asesino”. Cuando la verdad es que el gobierno inmediatamente se enteraron, aceptaron el problema, comenzaron una depuración de las FFMM, etc. O sea: por unos cuantos, se enloda a una institución que, aún cometiendo errores, para mí merece el mayor respeto.

    En resumidas cuentas: cuando se critica sin proponer soluciones, no sé hasta dónde se hace con buena intención. Es así como hay crítica constructiva y crítica destructiva. Por ejemplo, el Sr Mockus como alcalde, llevó a cabo muchísimas propuestas interesantes.

    Lo de la instrumentalización de las víctimas, usted mismo lo ha dicho: sus familiares no pueden ser imparciales y siempre hablarán del mismo concepto: “militares corruptos, gobierno asesino”. Y este concepto, que no corresponde a la realidad, será utilizado por los enemigos de la democracia internamente y en el exterior. Pero ojo! Yo no estoy de acuerdo con esconder el hecho. Creo que hay que ventilarlo pero, insisto, proponiendo soluciones.

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  2. Con respecto al resto del artículo, tengo por decir que, es de los más sensatos que he leído acerca del tema hasta ahora. Muchas gracias por esto.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con el articulo, ademas que toca otro tema delicado y se trata de las recompensas. Es saludable convertir al ejercito en mercenarios cazarecompensas?

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